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ARTÍCULOFERNANDO CILLÓNIZ BENAVIDES

Lima, 17 de diciembre de 2019

Grandes, medianos y pequeños. Los empresarios privados son los mayores generadores de trabajo, riqueza y bienestar. Hablando de inversión a nivel nacional, se estima que los empresarios privados – sobre todo los pequeños y medianos – aportan alrededor del 80%. Y el Estado – o sea, la inversión pública – alcanza apenas al 20% de todo lo que se invierte en el país.

En otras palabras. Mucho más se invierte en empresas privadas que producen todo tipo de bienes y servicios, que en carreteras, redes de agua y alcantarillado, escuelas, hospitales, etc. ¡4 veces más!

También se sabe que el principal origen de los fondos que se invierten en el país, son locales. Es decir, los inversionistas son – en su gran mayoría – peruanos.
Dicho esto ¿cómo explicar que el Estado maltrate tanto a los inversionistas privados? ¿Acaso el Estado no está para facilitar la generación de trabajo, riqueza y bienestar para la población?

Obviamente, lo van a negar. Pero es así. Las burocracias municipales – sobre todo las distritales – constituyen los mayores obstáculos para los inversionistas privados. Incluso, para las inversiones públicas.

Las Licencias de Construcción han devenido en un escollo tremendo para las inversiones. A ese respecto, las municipalidades se han convertido en unas cajas negras donde si no hay marmaja bajo la mesa… piña. ¡No hay licencia! Y lo mismo ocurre con las Licencias de Funcionamiento de hoteles y restaurantes, tiendas, locales industriales, etc.

La pregunta es ¿y los órganos de control? ¿Y la Policía y el Poder Judicial? ¿Y la Defensoría del Pueblo? En general ¿qué hace el Estado para corregir tamaño maltrato? NADA. Peor aún. El Estado forma parte de las mafias que se oponen al desarrollo empresarial en nuestro país.

Y así por el estilo. Los municipios provinciales y los Gobiernos Regionales son parte de las redes que se oponen a las inversiones. Repito. Inversiones públicas e inversiones privadas. Y el Gobierno Central, igual.

Aunque parezca mentira, Proinversión es una gran traba para las inversiones en el país. Y los ministerios también. Entre ellos, se traban unos a otros. Ambiente y Cultura son claramente anti inversionistas. La pujante y sacrificada pequeña minería iqueña ha sido ilegalizada por el Ministerio de Cultura. Yo puedo dar fe de ello. El Ministerio del Ambiente – y su séquito de Organismos Públicos Descentralizados – se opone al desarrollo portuario de Ica. Su proceder los delata.

¿Qué espera el Gobierno para corregir tanta inoperancia? No se sabe. Pero lo cierto es que los rankings de competitividad denotan este deterioro de manera objetiva, sistemática, y crónica. Cada publicación resulta más de lo mismo. “El Perú cae “x” posiciones en el Ranking Mundial de Competitividad. Cada vez es más difícil y engorroso invertir en el país. La tendencia se mantiene desde hacen 10 años”.

Conclusión: el Gobierno está en otra cosa. No le interesa la competitividad del país. Y menos, las inversiones. El Gobierno está en lo que está. Lo único que le interesa es la confrontación política. La seudo lucha contra la corrupción. Y digo “seudo” porque es falsa. El Gobierno – en el fondo – no está luchando contra la corrupción. Me refiero a la corrupción menuda… por así decirlo. A la golpea directamente a la población. A la corrupción brava.