Mucho criticamos al Presidente de la República. En realidad, a todos los presidentes. Ninguno se salva. Sagasti, Merino, Vizcarra, PPK, Humala, García, Toledo, Fujimori… Y el Congreso, ni se diga. La verdad que tenemos cada congresista. Y qué decir de los Gobernadores Regionales y Alcaldes Provinciales y Distritales… cada cual más corrupto e inepto que el otro.
– ¿Qué pasa en el Perú que todos sus Presidentes terminan en la cárcel? – preguntó el Papa Francisco cuando visitó nuestro país, allá por enero del 2018. Ciertamente, le faltó preguntar por los Gobernadores Regionales y Alcaldes que también están presos o procesados por corrupción.
Sin embargo, antes de preguntar por nuestras autoridades políticas corruptas, habría que preguntarnos también ¿cómo así llegaron al poder? ¿Quiénes los eligieron? Y la respuesta pura y dura es que nosotros los elegimos. Efectivamente, nosotros – los ciudadanos – somos los directamente responsables de haber elegido a autoridades tan corruptas e ineptas como las que tenemos.
A lo que quiero llegar es que debemos elegir mejor a nuestras autoridades políticas. Se nos vienen las elecciones generales 2021, y – a continuación – las elecciones regionales y municipales 2022. O sea, dos elecciones políticas al hilo. Entonces, primera responsabilidad ciudadana: elegir bien.
Segunda responsabilidad ciudadana: hacer valer nuestros derechos civiles. Me refiero a que debemos denunciar con firmeza – y en altavoz – los chantajes y / o maltratos que recibimos frecuentemente de parte de algunos malos funcionarios del Estado. Incluso, debemos ser más firmes en denunciar a aquellos delincuentes que atentan contra nuestros derechos ciudadanos. Ejemplo: los malos médicos que abandonan los hospitales públicos en horario de trabajo para atender en sus clínicas privadas. Los funcionarios municipales que chantajean a los microempresarios con todo tipo de reglamentos y permisos absurdos. Los vándalos que bloquean carreteras y apedrean a vehículos con niños que no tienen nada que ver en el asunto. Las mafias de los brevetes que pululan por todas las dependencias del Ministerio de Transportes y Comunicaciones y / o las Direcciones Regionales de dicho sector. Etc. etc. etc. A ese respecto, soy de la opinión de que estamos siendo muy permisivos y blandos… como ciudadanos.
Tercera responsabilidad ciudadana: evaluar y exigir buenos servicios públicos. Ejemplo: protestar por la falta de agua, limpieza pública, y seguridad ciudadana. Y viceversa; reconocer y destacar la labor de los buenos funcionarios públicos… que los hay, y en abundancia.
Sin embargo – a este respecto – no estamos haciendo ni lo uno ni lo otro. No protestamos por el clamoroso fracaso del Estado en cuanto a los servicios públicos que nos brinda tarde, mal y nunca. Y – lo que es peor – no estamos reconociendo y destacando la abnegada labor que nos brindan muchos excelentes funcionarios del Estado, quienes a pesar de sus precarias remuneraciones y pésimas condiciones de trabajo, hacen todo lo posible para atendernos con dignidad y eficiencia.
Recapitulemos… de atrás para adelante para cerrar con la clave para tener un mejor país y una mejor ciudadanía: (1) Evaluar y exigir buenos servicios públicos. (2) Hacer valer nuestros derechos civiles. Y (3) Elegir bien.
A ese respecto, el gran escritor y periodista británico George Orwell (1903 – 1950) dijo sabiamente – Un pueblo que elige corruptos, impostores, ladrones, y traidores, no es víctima… es cómplice –. Así que al que le caiga en guante, que se lo chante. Me refiero – por supuesto – a nosotros los peruanos… yo incluido.