Pues bien, el Instituto Metropolitano de Planificación (IMP) es la institución encargada de planificar el futuro de Lima. Sin embargo, aparte de analizar – y dar solución – a las interrogantes indicadas en el párrafo anterior, el IMP debe acometer las siguientes tareas.
Primero hay que soñar. ¿Cómo debe ser la Lima que queremos en el 2040? ¿Cómo haremos realidad dicho sueño? Año a año… ¿cómo vamos a construir dicho futuro deseado? ¿Quién van a hacer qué? ¿Cuánto va a costar todo el plan y cómo se va a financiar? Las políticas públicas y las organizaciones – tal cual están diseñadas actualmente – ¿facilitan o entorpecen la ejecución del plan metropolitano? Y si entorpecen ¿qué modificaciones se requieren para que las políticas públicas y las organizaciones – sobre todo las municipalidades distritales – permitan alcanzar los objetivos y metas del plan Lima 2040?
Finalmente… algo muy importante. ¿A través de qué indicadores vamos a monitorear el avance del plan metropolitano? Y cuando aparezcan los problemas – que nunca faltan – ¿cómo vamos a confrontarlos? Incluso – si el caso lo ameritara – ¿estamos preparados para modificar el plan metropolitano, de acuerdo a las nuevas circunstancias que de hecho van a presentarse con el correr del tiempo?
Ese es precisamente el encargo que hemos recibido – los miembros del Consejo Consultivo del IMP – de parte del señor alcalde metropolitano de Lima, Dr. Jorge Muñoz Wells. Formular el Plan Metropolitano de Desarrollo Urbano 2021 – 2040 (PLANMET 2040).
Y en eso estamos. Muy bien acompañados de urbanistas, arquitectos, ingenieros, economistas, ambientalistas, abogados… Es decir, todas las especialidades requeridas para hacer de Lima la ciudad soñada que todos queremos. Pero además de especialistas – que son muy importantes – lo que el IMP requiere son personas comprometidas con el Perú, y que además de conocimientos y profesionalismo pongan al servicio de Lima… alma, corazón y vida.
La del estribo. Para generar respaldo y esperanza, hay que meter goles tempraneros. Por ejemplo. Uno que impacte significativamente en agilizar el terrible tráfico de Lima. Y otro de carácter urbanístico que motive a los limeños a soñar con un futuro mejor para la metrópoli.
Ideas. Sólo ideas. El hecho es que el PLANMET 2040 no debe esperar al año final para su realización. El PLANMET 2040 es un proceso que ya empezó. Y por ende, tiene que materializarse en mejoras concretas… ¡ya!