Sustituir la Ley de Promoción Agraria por otra que eleva compulsivamente las remuneraciones de los trabajadores del sector, generará más informalidad en el agro. Si el 80% de los trabajadores del campo son informales, en el futuro serán más.
Poner topes legales a las tasas de interés bancarias, generará más informalidad en el financiamiento del sector de la microempresa. Si existen mafias usureras informales que financian a microempresarios informales – y que cobran a punta de torturas y balazos – en el futuro habrán más.
El Ministro de Economía Waldo Mendoza lo ha advertido con toda claridad, pero al Congreso no le entran balas.
En Gamarra – últimamente – se vivió una situación increíble. Las puertas de acceso al emporio comercial de La Victoria – en su mayoría – fueron cerradas por orden superior… ¡en plena temporada navideña y de año nuevo! Los requisitos para el funcionamiento de las galerías comerciales fueron ridículos e imposibles de cumplir. Comercialmente hablando… ¡los quebraron!
¿Consecuencias? Las calles aledañas a Gamarra se atiborraron de vendedores ambulantes informales. La informalidad floreció propiciada por el propio Estado. Me refiero a la burocracia municipal local y los ministerios que tuvieron injerencia en el asunto. ¡No hay derecho!
En el ámbito político la situación es paupérrima. El Presidente Sagasti ha humillado y demonizado a la Policía Nacional del Perú. Para él no existe el vandalismo. Lo único que existe son policías que atacan a mansalva a ciudadanos que protestan pacíficamente y desarmados. Las bombas molotov y las piedras mortales no caben en su imaginación.
Para muchas autoridades retrógradas, no hay empresa que genere trabajo digno… todas son explotadoras y evasoras de impuestos. Los bloqueos de carreteras no son actos vandálicos. Apedrear a vehículos con niños y mujeres adentro, tampoco. Incendiar ambulancias… es parte del derecho a protestar. También se justifica destrozar – a la bruta – oficinas, comedores, postas de salud, vehículos, y computadoras de empresas “explotadoras”. ¡Así estamos!
Puede que no lo digan de manera explícita. Pero… “por tus acciones te reconocerán” (Mateo 7:15 – 20). Efectivamente, el Estado está resultando el gran generador de informalidad en nuestro país.
¡Qué lástima empezar este 2021 así! Sin embargo – como dirían los viejos – a lo hecho, pecho. Es decir; solo queda tener fortaleza y valor para afrontar la situación.
Luchar por la formalidad… a pesar del Estado. ¡Feliz Año 2021!… a pesar del Estado.