La basura – sobre todo, el plástico y el Tecnopor – seguirá echándose en botaderos ilegales, a vista y paciencia de las autoridades. Previo pago de las consabidas coimas, la basura quedará a merced del viento norteño, hasta terminar incrustada las ramas de los pocos algarrobos que quedan en pie.
Gran parte de la población liberteña seguirá sin agua potable. Muchos agricultores seguirán sufriendo la escasez de agua en los estiajes. Y cualquier cantidad de agua seguirá perdiéndose en el mar – todos los años – durante los meses de avenida.
Los viejos – jubilados – seguirán pasándola mal. Las resoluciones que les asignan pensiones de S/. 1,700 mensuales quedarán en el olvido. Y tendrán que sobrevivir con menos de la mitad de lo que les corresponde.
Y paro de contar. La semana pasada estuve en La Libertad. Fui invitado a participar en el 30 Encuentro Empresarial del Norte. ¡Un éxito total! Además de Trujillo, estuve en las provincias Virú y Ascope. La semana anterior estuve en el 21 Encuentro de Líderes Escolares en Gran Chimú.
Concretamente en Cascas. La Libertad es lo máximo. Me refiero a su gente. Sobre todo, a los jóvenes y a sus empresarios… grandes, medianos y pequeños.
La irrigación de Chavimochic es un éxito total… en lo social, cultural, económico, tecnológico, y político. La Libertad es – hoy por hoy – líder mundial en la producción de espárragos, paltas y arándanos. Miles de migrantes de todo el país trabajan – y viven – en La Libertad. Hombres y mujeres. Jóvenes y no tan jóvenes. Agrónomos, administradores, economistas, abogados, médicos, mecánicos… profesionales de todas las disciplinas.
Como consecuencia de ello, miles de empresas de servicios han aparecido. Empresas de transportes, hoteles y restaurantes, universidades e institutos tecnológicos, centros comerciales… La Libertad está embalada.
El problema – ¡cuándo no! – es el Estado. La burocracia estatal en el Gobierno Central, en el Gobierno Regional, y en los Gobiernos Locales – salvo honrosas excepciones – es corrupta e indolente. Como en todo el país, el mayor enemigo de los liberteños es el Estado.
¿Qué hacer para librarnos de él? ¡Rebelarnos! ¡Desenmascarar a los corruptos y a los maltratadores! Caiga quien caiga. Y le duela a quien le duela. No queda otra. El Estado es nuestro peor enemigo. ¡Démosle de alma!