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ARTÍCULOFERNANDO CILLÓNIZ BENAVIDES

Lima, 22 de octubre de 2019

Todo parece indicar que el mayor mérito de los actuales funcionarios del Gobierno Regional de Ica es haber aportado dinero a la campaña electoral de la “G” … la “G” de Gallegos.

Apenas iniciada la primera jornada laboral del 2019, ya habían sido designados todos los funcionarios de la nueva administración. De buenas a primeras, los hospitales del Gobierno Regional empezaron a atender con directores recién designados. Ninguna dependencia regional – por más técnica o especializada que pudiera ser – quedó sin ser renovada.

La purga fue total. ¡Hasta vigilantes que venían de la gestión anterior fueron removidos de sus cargos! Cientos de aportantes de la “G” tomaron posesión. La Primera Dama hizo de Gobernadora Regional… ella lo dispuso todo.
Pregunto. ¿Por qué tanto apuro en cambiar a directores de hospitales que habían logrado eliminar colas y mejorado la atención de los pacientes? ¿A santo de qué la prisa en cambiar a la Directora de Transportes que había doblegado a las mafias y agilizado la entrega de brevetes? ¿Para qué cambiar – desde el saque – a la Directora de Educación que – a decir de mucha gente – había hecho una muy buena labor en su sector? Y vamos con uno más… ¿para qué remover al Director de Agricultura que había logrado el sueño de hermanar a Ica con Huancavelica, a través del agua?

Bueno pues – como suele suceder – después de la borrachera de poder, sobrevino el vómito negro. Desorden total, improvisación, marchas y contramarchas… y varios etcéteras más.

Nadie niega que todo cambio político traiga consigo un cierto período de acomodo. Pero ¿para qué exacerbarlo más de la cuenta? ¿Por qué no tomarse un tiempo prudencial para hacer los cambios – precisamente – para no afectar a la ciudadanía?

Pero no. La orden fue: “nadie de la gestión anterior se queda. Todos se van”. Y todos se fueron… pero volvió el maltrato a la ciudadanía. Y la corrupción también. ¿Qué habrá habido detrás de la venta de puestos? Cuando el río suena… es porque piedras trae.

El hecho es que no ha transcurrido ni un año de la nueva gestión y ya reaparecieron las colas en el Hospital Regional. Las clínicas privadas están de plácemes. Médicos destituidos por falsear títulos académicos – y otras faltas graves – han sido repuestos en sus cargos.

Los tramitadores de brevetes también están de vuelta. La nueva pista para exámenes de manejo – inaugurada con bombos y platillos – no tiene video cámaras. ¡No nos vengan con cuentos… eso es adrede! La diosa coima ha vuelto a reinar en Transportes.

Los Proyectos de Siembra y Cosecha de Agua han quedado a la deriva. Los técnicos que trabajaban en la construcción de reservorios – y en la forestación de la Sierra de Ica – han sido cesados en sus cargos.

La Huacachina – el emblema máximo de Ica – volvió a manos de la burocracia corrupta e incompetente del Gobierno Regional. El amor a los chicharrones del peaje de los areneros es demasiado grande. El coro SINFÓNICA está en silencio.

Oh meritocracia… ¿por qué no te quieren los políticos corruptos? Precisamente… porque son corruptos. Los políticos corruptos necesitan ayayeros para hacer de las suyas. Por eso – estimada meritocracia – los políticos corruptos no te quieren. Así es la nuez.