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ARTÍCULOFERNANDO CILLÓNIZ BENAVIDES

Lima, 18 de febrero de 2019

Todo parece indicar que el mayor mérito que tienen los nuevos funcionarios del Gobierno Regional de Ica es haber aportado dinero a la campaña electoral de la “G” … la “G” de Gallegos.

Desde el 2 de enero pasado – a escasos minutos de iniciada la primera jornada laboral del 2019 – ya habían sido designados todos los directores y gerentes de la nueva administración. De buenas a primeras, todos los hospitales del Gobierno Regional empezaron a atender al público con directores y administradores recién designados. ¿Y los pacientes? ¡A quién le importa los pacientes! Ninguna dependencia regional – por más técnica o especializada que pudiera ser – quedó sin ser renovada.

La purga fue total. ¡Hasta algunos vigilantes que venían de la gestión anterior fueron removidos de sus cargos! Cientos de aportantes de la “G” tomaron posesión del Gobierno Regional. La Primera Dama hizo de Gobernadora Regional… ella lo dispuso todo.

Meritocracia
Pregunto. ¿Por qué tanto apuro en cambiar a directores de hospitales que habían logrado eliminar colas y mejorado la atención de los pacientes? ¿A santo de qué tanta prisa en cambiar a la Directora Regional de Transportes que había doblegado a las mafias y agilizado la entrega de brevetes? ¿Para qué cambiar – desde el saque – a la Directora Regional de Educación que – a decir de mucha gente – había hecho una muy buena labor en su sector? Y para terminar con este sinfín de cuestionamientos… ¿para qué remover al Director Regional de Agricultura que había logrado el sueño de hermanar a Ica con Huancavelica, a través del agua?

Bueno pues… después de tanta borrachera de poder, sobrevino el vómito negro. Desorden total, improvisación por doquier, marchas y contramarchas, dimes y diretes… y varios etcéteras más.

Nadie niega que todo cambio político – inevitablemente – traiga consigo un cierto período de acomodo. Pero ¿para qué exacerbarlo más de la cuenta? ¿Por qué no tomarse un tiempo prudencial para hacer los cambios – precisamente – para no afectar demasiado a la ciudadanía?

Pero no. La orden fue: “nadie de la gestión anterior se queda. Todos se van… ¡ni un día más!”. Y así fue. Todos se fueron… pero volvió el maltrato a la ciudadanía. Y la corrupción también. No han transcurrido ni dos meses de la nueva gestión regional y ya reaparecieron las colas en el Hospital Regional. Y los tramitadores de brevetes también… lo cual denota que la diosa coima ha vuelto a Transportes.

Los Proyectos de Siembra y Cosecha de Agua han quedado a la deriva. Los mejores ingenieros y técnicos que trabajaban en la construcción de reservorios – y en la forestación de la Sierra de Ica – han sido cesados en sus cargos.

El coro SINFÓNICA – que era el deleite de los iqueños – está en silencio. Todos los años los niños solían reiniciar sus actividades musicales a partir de mediados de enero. Pero ya estamos por terminar febrero y – hasta ahora – nada. ¡No se oye… Padre!

Oh meritocracia… ¿por qué no te quieren los políticos corruptos? Precisamente… porque son corruptos. La meritocracia es un estorbo para los políticos corruptos. Los políticos corruptos necesitan ayayeros para hacer de las suyas. Por eso – estimada meritocracia – los políticos corruptos no te quieren… porque son corruptos. Así es la nuez.