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ARTÍCULOFERNANDO CILLÓNIZ BENAVIDES

Lima, 4 de diciembre de 2020

Un Estado eficiente, firme y servicial. Eso es lo que necesitamos los peruanos. No un Estado inoperante, débil y maltratador… como el que tenemos. Lo vivido en Ica la semana pasada confirma mi apreciación de que nuestro Estado es – lamentablemente – inoperante, débil y maltratador. No mueve un dedo cuando tiene que actuar para mantener el orden público; es débil y pusilánime frente al vandalismo y bloqueo de carreteras; y cuando actúa, lo hace de manera prepotente y torpe. Y – por si fuera poco – es corrupto.

¿Por qué la Policía no hizo nada para frenar el vandalismo flagrante de los infiltrados en las marchas de protesta de Ica? ¿Por qué – en cambio – durante el período 2015 – 2018 la Policía mantuvo la paz y el orden público en la región… y ahora no?

Es evidente que la motivación en la Policía cambió radicalmente de aquel entonces a ahora. Es evidente que el Presidente de la República y el Ministro del Interior – me refiero al renunciante – tuvieron mucho que ver con la actual desmoralización de la Policía Nacional. Incluso, muchos congresistas, políticos y periodistas oportunistas y convenidos también tuvieron vela en este entierro.

Conversando al respecto con varios policías y militares en situación de retiro, el maltrato a la Policía causó esta desazón en la institución policial. La humillación propinada a los más altos oficiales de la Policía Nacional no tiene perdón de Dios.

Por otro lado, la negación descarada de nuestras autoridades respecto de los actos vandálicos agravó la situación. De nada sirvieron los videos espontáneos que circularon en las redes sociales, acerca de la destrucción de las instalaciones y maquinaria de las empresas agrarias. Tampoco sirvieron los videos de pedradas lanzadas cobardemente contra ambulancias, buses, camiones y vehículos con niños, mujeres y personas mayores que quedaron atrapados en medio del bloqueo. – ¿Reprimir el vandalismo para luego ser acusados por abuso de autoridad? – ¿Para qué?… dijeron los policías.

Ciertamente, los principales responsables son los vándalos y la mano negra que está detrás de ellos. Pero ahí – cerquita – están también las autoridades sesgadas y pusilánimes como el Presidente Sagasti, el ex Ministro del Interior, muchos congresistas y políticos oportunistas; incluso el Gobernador Regional de Ica, y numerosos periodistas y blogueros demagogos que por cuestiones de espacio no puedo mencionar.

He ahí los responsables de que la semana pasada, la situación de Ica haya sido patética, caótica y dramática.